El rapto de Proserpina Guillermo Sahuquillo 2E

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Autor: Bernini

Promotor: Encargada por Scipione Borghese.

Localización: Entre 1621 y 1622 Galería Borghese (Roma, Italia).

Estilo y época: Barroco S.XVII

Tipología: Bulto redondo de cuerpo entero.

Material: Mármol blanco del carrara.

Técnicas: Tallado

Descripción: Representa a Proserpina (Perséfone en la mitología griega) siendo raptada por Plutón (Hades en la mitología griega), soberano de los infiernos. Actitud de poder por parte de Plutón y de miedo por parte de proserpina.

Localización: Es independiente de la arquitectura encontrándose en una iglesia.

Formas de expresión: Por lo que refiere a las formas de expresión, la obra es fruto de un gran realismo y naturalismo, sin embargo, Bernini mantiene ciertas formas y elementos clásicos que le aportan cierto idealismo.

Tratamiento de las formas: La luz incide en las figuras creando claroscuros entre los pliegues y las torsiones anatómicas. Las expresiones de los rostros muestran dos emociones opuestas: Proserpina, desesperada e inquieta y Plutón, locamente atraído hacia ella, tratando de poseerla por todos los medios posibles.

Composición: El tratamiento del volumen es el gran logro de esta obra. Bernini demuestra su maestría creando una obra aparentemente frontal, pero que permite ser contemplada desde muchos puntos de vista.

El conjunto se forma en una composición abierta, que rompe por fin el equilibrio renacentista, mientras que el movimiento es uno de los protagonistas.

Iconografía: Se trata de un grupo escultórico, formado por dos figuras principales: Plutón, de pie y Proserpina, casi en actitud sedente sobre el cuerpo del dios, además del perro de tres cabezas, bajo los pies de Proserpina, el Cancerbero, guardián del Hades.

Contexto social y cultural: Fue realizada por Bernini a principios del siglo XVI, introduciendo las características del Barroco escultórico en el que predomina el sentimiento sobre la razón, un sentimiento de profundo pesimismo ante la vida. El arte se convirtió en una herramienta propagandística para la Iglesia y la monarquía a partir del Concilio de Trento  (1545-1563). Aunque el sustrato es renacentista, las formas del Renacimiento se unen al Helenismo clásico y todo deriva en la ruptura del equilibrio.